01/07/2022
#CompromisoTodoElAño #SemanadelOrgullo
Por Taira Peña, Thinking Partner
En este mes del orgullo LGTBIQ+ ¿cómo estamos haciendo lo que estamos haciendo? Es innegable el avance de la agenda que promueve la Diversidad y la Inclusión en estos últimos años, en especial en los atravesados por la pandemia, donde sabemos que en una sociedad donde prevalecen los sesgos se tornó necesario incorporar la Equidad a este binomio. Pero para poder generar un auténtico ambiente de trabajo donde todos los enunciados que promueven la DEI pueden pasar del dicho al hecho, es necesario también hablar de PERTENENCIA.
La pertenencia vinculada al lugar de trabajo abarca la dimensión afectiva y temporal, que permite hablar de lo que entendemos muchas veces como el contrato psicológico de las personas con las organizaciones en las que se desempeñan y que estos tiempos permitiría hablar de una real inclusión. Sabemos por encuestas y datos que la pertenencia es un factor clave para el desempeño exitoso de las organizaciones, que se va a relacionar con la retención de las personas (donde también el término “retener” estaría para ser replanteado), que va a tener incidencia clave en la generación de la productividad y será determinante en la conformación de la marca empleadora.
La pertenencia es lo que SIENTEN las personas que integran la organización, y ese sentimiento deviene de todo lo que se realiza desde la Inclusión para promover entornos donde los aportes de las personas puedan ser proyectados desde el propio talento, pero también desde las inseguridades, las dudas los problemas. La Inclusión se va a plasmar en políticas, en las prácticas de contratación y de compensación, en todo lo inherente al quehacer que deviene en la marca empleadora.
Sentir la aceptación como parte de un grupo y reconocerse en la conexión con los demás, eso es pertenecer.
Esta simple introducción -que amerita profundizarse desde ya- es porque me pregunto, en este mes donde se conmemora, reflexiona y se celebra el orgullo de toda la comunidad LGTBIQ+, si realmente todo lo que se está haciendo, desde las empresas en torno a la diversidad de género y orientación sexual promueve también este sentido de PERTENENCIA, que va a ser el que permita que las personas en toda su diversidad puedan SER en estas organizaciones.
¿Desde dónde se plantean estas acciones? ¿Cómo se lideran? ¿La profusión de logos intervenidos con los colores de la diversidad nos habla sobre cómo se sienten las personas del colectivo en esas empresas? ¿Cómo establecemos estas conversaciones hacia adentro y hacia afuera de las empresas? ¿El hacer apunta a generar el PERTENECER?
Puede parecer simplista esta reflexión, pero la considero clave, en una era donde hay demasiado de todo: información, tendencias, datos, estándares, premios, slogans. Detener la marcha y mirarnos como personas que gestionamos y hacemos para otras personas. Hablar de los sentimientos y de los valores que sostienen a las siglas. Preguntarnos con sinceridad si podemos sentir ORGULLO por lo que estamos haciendo. Simplemente eso.