Mantener la conversación activa en el tiempo

28/06/2022

#CompromisoTodoElAño   #SemanadelOrgullo

 

Por Micaela Lattanzi, Lu Roda y Majo Sucarrat, R.E.D. de empresas por la diversidad, Universidad Torcuato Di Tella


Caen las 00:00 del 1 de junio y vemos como de repente los logos de las empresas se van pintando de colores, las banderas LGTBIQ+ y las reivindicaciones por el mes del Orgullo por parte de las empresas llenan los inicios (feeds) de nuestras redes sociales, una verdadera panacea de derechos para las personas LGBTIQ+ luego de años de histórica discriminación. Pero, ¿esto verdaderamente impacta en la vida de las personas LGBTIQ+ que trabajan en estas empresas? ¿Genera verdaderos cambios?


En los últimos años, las empresas que se mostraban abiertas a las temáticas de diversidad sexual eran vistas como vanguardistas y avanzadas. Sin embargo, en el lapso de 2 o 3 años, estas prácticas se volvieron populares, a tal punto que se convirtió en casi una obligación trabajar el tema, ya sea por demanda social o interna. Esto incluye a las empresas multinacionales que, por pedido de sus casas matrices, festejan el mes del orgullo en sus organizaciones. Estas demandas pueden derivar en el fenómeno conocido como “pinkwashing».


El “pinkwashing”, es un concepto que data de los años 90, cuando la organización Breast Cancer Action, en los Estados Unidos, lo usó para criticar la hipocresía de las empresas que aseguraban apoyar a las mujeres con cáncer de mama, mientras que en realidad pretendían obtener mayores beneficios y mejorar su imagen de marca al incorporar a su publicidad una causa benéfica. Posteriormente, este término fue retomado por grupos de activistas LGBTIQ+ para explicar el mismo fenómeno, pero aplicado a las empresas que utilizaban un discurso “gay friendly” con las mismas intenciones de apropiación y de explotación comercial. El problema radica cuando las acciones acaban en un lavado de imagen sin que exista hacia dentro y fuera de la empresa, políticas o acciones favorables para las personas LGTBIQ+.


En un mundo en que las empresas cumplen un rol fundamental, es vital contar con organizaciones realmente concientizadas y con políticas antidiscriminatorias efectivas que generen espacios de trabajo óptimos para todas las personas. Por lo cual, aunque este tipo de acciones incipientes, en muchos casos se vea únicamente como una estrategia de marketing, o se lo considere “pinkwashing”, para muchas de las empresas hacer una declaración de apoyo en el mes del Orgullo es un gran primer paso. Cuando una empresa cambia su logo por uno con los colores de la bandera, o hace una publicación en sus redes, o hace una campaña por el mes del orgullo, nunca es a la ligera. Seguramente hubo un proceso previo que abrió la puerta a una conversación que no se tenía sobre la temática, y puede llevar a que, en próximos pasos, se tomen acciones más concretas en pos de los derechos de las personas LGBTIQ+ dentro de la organización.


Partiendo de esta base, es importante diseñar un plan para mantener activa la conversación sobre el tema en el tiempo, para que no quede reducido a un día o un mes al año. Sino, que realmente la reivindicación y defensa de los derechos LGTBIQ+ sea una constante. Hoy, ya hay muchas empresas que se comprometen de manera amplia, capacitando a sus equipos, haciendo campañas de alto impacto, promoviendo la empleabilidad de personas trans, mostrando historias de personas LGBTIQ+ que trabajan en sus empresas y que quieren visibilizarse, reforzando el desarrollo de sus carreras, modificando las licencias y beneficios para las familias diversas, aplicando protocolos de transición, readecuando los códigos de vestimenta con neutrales al género, entre muchas otras iniciativas. Pero volviendo al tema del mes del Orgullo, ¿Por qué es importante celebrarlo en las empresas?


Porque es vital que se deje de ver a la orientación sexual e identidad de género, como una cuestión meramente de la vida privada, porque en las organizaciones gestionamos personas que no pueden, ni deben escindir su identidad en el lugar de trabajo. La integralidad hoy es central para conducir organizaciones saludables, que sientan Orgullo del talento de las personas que trabajan allí y, por tanto, que deben proveer espacios seguros, beneficios, distintas herramientas y un ambiente óptimo para su desarrollo, y, por tanto, mostrar compromiso todo el año. Aun así, y como siempre, por algún lado hay que empezar. Celebramos que esa bandera que vemos en el logo de las empresas sea para muchas empresas, el primer paso a la verdadera inclusión LGBTIQ+.